viernes, 6 de marzo de 2009

Cuadernos turolenses. La ruta de Don Quijote

ENCINACORBA EN LA RUTA DEL QUIJOTE
Por José María Cebrián Muñoz
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Cuando don Miguel de Cervantes escribe la segunda parte del Quijote, muestra una gran preocupación por disipar dudas sobre, qué “Quijote” es el verdadero, y qué “Quijote” es el impostor. Había aparecido “otro” Quijote cuyo autor se titulaba Alonso Fernández de Avellaneda, al parecer aragonés, y también, al parecer, viejo conocido de don Miguel. A tal efecto conviene leer el libro de Alfonso Martín Jiménez, publicado por Biblioteca Nueva y titulado: “Cervantes y Pasamonte. La réplica cervantina al Quijote de Avellaneda”. Esta competencia, pues, entre los dos escritores nos permite definir, con bastante claridad, las rutas o caminos que siguen cada uno de los dos personajes de ambas novelas para llegar al río Ebro y a Zaragoza.El Quijote apócrifo sigue la flecha del río Jalón. Ariza, Ateca o Calatayud, son lugares que nombra explícitamente Avellaneda. Así pues, cuando Cervantes tiene noticias del texto apócrifo, plantea una ruta para llegar a Zaragoza, completamente diferente a la del primero y apócrifo. La ruta del Quijote verdadero será entre la Mancha de Aragón y las riberas del Ebro. Lo podemos ver, claramente, a través de las citas que hemos entresacado.Ruta del Quijote apócrifo.“Caminaron la vía de Zaragoza el buen hidalgo don Quijote y Sancho Panza su escudero,”... “Porque se ofreció en Ariza hacer él propio un cartel y fijarle en un poste de la plaza,”... “ Tras éste pasaron otros tan apacibles y más extraños cuentos en los demás lugares del camino, hasta que sucedió que llegando él y Sancho cerca de Calatayud, en un lugar que llaman Ateca, a tiro de mosquete de la tierra,” Capítulo seis del quijote de Avellaneda.Ruta del Quijote de Cervantes.Situación de partida:“Este es un famoso titiritero, que ha muchos días que anda por esta Mancha de Aragón” ( La Mancha de Aragón se sitúa a caballo entre Cuenca y Albacete). Capítulo XXV- 2ª parte.Determinación de dirigirse al Ebro:“Y volviendo a don Quijote de la Mancha, digo que después de haber salido de la venta determinó de ver primero las riberas del río Ebro y todos aquellos contornos, antes de entrar en la ciudad de Zaragoza,” Capítulo XXVII –2ª parte.Le comunica a Sancho la existencia de la ínsula, pues Cervantes, había visitado con anterioridad a los duques de Villahermosa en su palacio de Pedrola y conocía la citada ínsula:“¿Ahora te vas, cuando yo venía con intención firme y verdadera de hacerte señor de la mejor ínsula del mundo?” Capítulo XXVIII –2ª parte.Cervantes no da pistas del recorrido, contrariamente a lo que hace Avellaneda:“y al salir del alba siguieron su camino buscando las riberas del famoso Ebro, donde les sucedió lo que se contará en el capítulo venidero”. Capítulo XXVIII –2ª parte.Finalmente llegan al Ebro y no entrarán jamás en Zaragoza:“...dos días después que salieron de la alameda llegaron don Quijote y Sancho al río Ebro, y el verle fue gran gusto a don Quijote.” Capítulo XXIX –2ª parte.Conclusión: Todos los especialistas dan por sentado que la ruta más idónea entre la Mancha y el valle del Ebro es la que sigue la antigua vía Romana Caesaraugusta –Laminium. En cualquiera de los casos, para acceder al valle del Ebro desde el sur de la Península, debe hacerse por el puerto del Alto de San Martín situado en el término de Encinacorba. Así lo creía también Juan Antonio Pellicer y Pilares.